Por la noche en una casa de alquiler de mas de 40 m2 en una zona residencial suburbana de Hanoi la Sra. Nguyen Thi Hoa (nombre del personaje cambiado 32 años originaria de Lao Cai) lavaba silenciosamente los platos despues de la comida.
En la pequeña mesa colocada junto a la pared se han colocado algunos recibos de facturas de electricidad y agua. La habitacion es tan silenciosa que escucha claramente el sonido del calentador funcionando de forma constante.
La frase de mi esposo en el camino a casa todavia estaba en mi cabeza: 'Soy codiciosa'.
La Sra. Hoa es originaria del antiguo distrito de Bat Xat provincia de Lao Cai y se caso hace 5 años. La pareja dejo su ciudad natal para establecerse en Hanoi la vida no es abundante pero suficiente para cubrir los gastos.
Su esposo es el tercer hijo de una familia de 4 hermanos. Los padres de su esposo viven en el campo tienen casas y tierras.
Sus dos hijos mayores vivian cerca de ellos y sus abuelos les daban tierras y casas desde temprano. Su esposo y otro hermano trabajaban lejos todo el año solo volvian a su ciudad natal unas pocas veces todos los asuntos de la familia se contaban en su mayoria.
La Sra. Hoa conto: 'El año pasado cuando mis suegros construyeron la casa el costo total fue de unos 500 millones de VND mi esposo y yo aportamos 100 millones de VND la cantidad de dinero aunque no es mucha tambien es de nuestra pareja acumulada durante muchos años. Los articulos esenciales como televisores refrigeradores ollas de comida electrica... tambien fueron comprados por mi esposo y yo en ese momento no calcule la perdida porque pense simplemente que era responsabilidad de los hijos con sus padres'.
Recientemente los padres de su esposo vendieron una parte mas de la tierra. En una conversacion familiar los abuelos dijeron que les darian a esta persona 30 millones y a la otra 50 millones para que sus hijos 'tengan un poco mas de capital'.
Me quede en silencio cuando me di cuenta de que el nombre de mi esposo no se mencionaba. Sin reproches ni exigencias pero en mi corazon hay un vacio dificil de nombrar' dijo la Sra. Hoa con tristeza.
De camino de regreso a su pueblo natal a Hanoi ella bromeo con su marido: '¿Eres el hijo biologico de tus abuelos?' Su marido respondio con franqueza: 'Soy codiciosa'.
La frase fue suave pero la hizo guardar silencio por el resto del camino.
Me pregunto si soy realmente codiciosa. Porque si los padres de mi esposo me dieran dinero tambien pense que pediria permiso para regalarlo a mis abuelos para cuidarme en la vejez. La tristeza no es la cantidad de dinero pequeña o grande sino la sensacion de ser olvidada no ser reconocida por las contribuciones que he hecho' dijo la Sra. Hoa.
La historia de la Sra. Hoa probablemente no sea unica. En muchas familias vietnamitas la division de bienes para los hijos todavia esta sujeta silenciosamente a la influencia de la distancia geografica y la creencia de que 'estar cerca significa tener mas'.