El pequeño rincon de la casa el gran amor
En medio del ritmo de vida ajetreado regularmente de lunes a viernes de cada semana los sonidos de los golpes todavia resuenan en la pequeña casa de la maestra Vo Thi Son. Con algunas mesas y sillas destartaladas y una pizarra negra teñida por el tiempo este lugar se ha convertido en un hogar acogedor que alberga los sueños y la educacion de muchas generaciones de niños pobres.
Con una figura pequeña y unas piernas un poco incomodas debido a la edad pero los ojos de la maestra Son todavia brillan con alegria y firmeza. Ella siembra diligentemente las primeras semillas de conocimiento para los niños pequeños en circunstancias dificiles que no tienen condiciones para ir a la escuela.
Recordando los primeros dias la maestra Son conto que despues de graduarse y ser asignada a la localidad para enseñar la clase Binh dan hoc vu desde 1975 la maestra se dio cuenta de que todavia habia muchos niños en la zona que no podian ir a la escuela porque eran pobres. Asi que su clase de amor nacio desde entonces.
Con el deseo de enseñar de forma gratuita para compensar las carencias de los niños la Sra. Son no dudo en tomar su propia pension para comprar lecciones de dibujo y pintura para los alumnos. La clase mantiene una dotacion estable de unos 25 alumnos en el año escolar principal pero solo en verano el numero puede aumentar a 50.
Los niños son muy estudiosos. Los niños buenos estudian rapido y los niños lentos me tomo mas tiempo para acompañarlos. La clase se lleva a cabo de 7h a 9h30 de la mañana de lunes a viernes. Sin embargo hay dias en que debido a que los padres de los niños estan ocupados trabajando y no tienen tiempo para recogerlos todavia me siento pacientemente hasta las 12h del mediodia cuando el ultimo alumno ha regresado para descansar' relato la maestra Son.

Mientras estes sano todavia enseñas
La clase de la Sra. Son se ha mantenido durante 50 años y ha sido testigo de muchas generaciones de estudiantes que maduran. Los brotes verdes de antaño ahora son adultos firmes algunos incluso regresan para visitar la antigua clase y regalar utiles escolares y mesas y sillas a los niños pequeños de la siguiente promocion. “Cuanto mas tiempo pasan los alumnos vienen a visitarme y veo que tienen exito en mi corazon estoy muy feliz. Dejando de enseñar a los niños solo espero que sea asi' compartio la Sra. Son.
Lo mas especial y conmovedor es que el aula se ha convertido en una tradicion calida que se ha extendido a traves de generaciones.
La Sra. Le Anh Loan (barrio de O Mon) compartio conmovida: 'Mis padres estudiaron aqui y ahora mi nieto tambien esta estudiando. La familia de mi nieto tiene muchas dificultades y la maestra Son le enseña de forma totalmente gratuita. Gracias a eso ha aprendido a leer y escribir'.
Tran Gia Bao un pequeño estudiante que estaba estudiando relato con una sonrisa: 'Mis hermanos y hermanas solian estudiar aqui. Al entrar en clase la maestra me enseña a hacer matematicas escribir y especialmente me enseña a comportarme con cortesia. Todos los dias que voy a clase me siento feliz de volver a aprender una leccion nueva'.
Este año cumpliendo 78 años la maestra Son todavia esta lucida y cumple plenamente su promesa de antaño: '¡Todavia estoy sana y lucida todavia voy a enseñar! Sigo enseñando todas las mañanas durante unas horas asi que estoy feliz. Al entrar en clase vuelven a bromear: 'Señora Son enseña a estos niños solo a esos niños me siento feliz'.
Para la maestra Son los dos fines de semana que la clase tiene vacaciones escolares sin niños se sienten tristes y tristes. Quizas ademas del amor por la profesion el amor por los niños pequeños sus alumnos es la motivacion para que la maestra mantenga esta clase durante medio siglo.