El Abierto de Estados Unidos 2025 acaba de cerrar el evento de dobles masculino-femenino con muchas huellas fuera del campo: desde los criterios de seleccion de equipos el formato abreviado hasta la presencia de estrellas de individuales. Sin embargo entre los elogios sobre el valor del premio record y el entusiasmo del publico el eco de la injusticia para los tenistas especializados en dobles aun no ha disminuido.
En primer lugar hay que reconocer: el nuevo programa ha tenido exito en terminos de comunicacion. La reduccion de 32 equipos a 16 mediante la aplicacion de 'no-ad' (beneficio) sets cortos y tie-breaks rapidos ademas de un enorme fondo de premios de 1 millon de dolares que hace que el publico sienta curiosidad el flujo de dinero es fuerte y el atractivo televisivo se dispara. Jessica Pegula representante del Consejo de Jueces de la WTA tambien registro una eficacia similar.
Sin embargo desde el lado opuesto todavia hay voces preocupadas. Las parejas profesionales que usan la tecnica de combinacion como base de repente fueron expulsadas. La victoria de Sara Errani y Andrea Vavassori la unica pareja especializada en dobles que participo como wildcard (unico) no solo afirma su valor personal sino que tambien es la prueba mas clara de que la profunda aspiracion y la cohesion no pueden perderse por el brillo.
El ex tenista Tim Henman con una vision perfeccionista llamo al nuevo formato 'falta de respeto por el sistema de tours principales'. Cree que si es solo un evento de exhibicion deberia determinarse desde el principio y considerar el momento de la organizacion para no interferir con el calendario principal. De hecho no pocos tenistas expresan su pesar por una gran oportunidad rechazada que es el llamado 'Grand Slam' para parejas donde pueden competir y ser reconocidos en premios puntuaciones y reputacion.
Entonces ¿sera aliviado el torbellino del premio millonario? La respuesta radica en la forma en que miramos al doble. Si no se equilibra el atractivo comercial y la equidad profesional este contenido seguira siendo visto como una parte secundaria no como una parte digna de respeto.