El Sr. N.H.H (SN 1987), residente en el distrito de Hung Phuc, TP Vinh uso una escoba con rodillo inox para golpear a su nieto N.D.L (SN 2016), su intestino, causando lesiones.
Este comportamiento viola lo dispuesto en el punto a, parrafo 2, Articulo 52 del Decreto No 144/2021/ND-CP del Gobierno sobre sanciones por infracciones administrativas en el ambito de la seguridad del orden publico, la seguridad social; prevencion y lucha contra el mal social; prevencion, extincion, rescate y rescate de incendios; prevencion y lucha contra la violencia domestica.
Las autoridades locales han hecho un informe del caso, solicitando a la autoridad competente que lo trate de acuerdo con la ley. Basado en el grado de violacion, la Junta de la Provincia de En-Gei ha decidido multar al Sr. N.H.H. con 10 millones de dong.
Este no es el primer caso de violencia domestica que las autoridades han tratado, pero la decision de la Junta de la Provincia de Nghe An de multar a los niños con 10 millones de dongos enfatiza un mensaje claro: la violencia contra los niños, incluso cuando los padres los educan, es una conducta que no se apoya.
De hecho, en Vietnam, la frase "el palo por el latigo" todavia es considerada por muchos padres como el lema principal en la educacion de sus hijos.
Pero ahora es un mundo diferente, una percepcion diferente de los derechos de los niños. Ademas, la linea entre "educacion" y violencia a veces es muy tenue.
No se puede negar que los "roi" de los padres hacia sus hijos, en algunos casos son necesarios.
Pero si la falta de control se convierte en violencia, violencia domestica, puede dejar un trauma emocional de por vida en un niño, lo que hace que crezca con una sensacion de inseguridad, de abandono, incluso de perdida de confianza en los seres queridos.
El comportamiento del padre en el caso de Nghe An no solo causo daño fisico, sino que tambien fue una muestra de la mentalidad de los padres que tienen todo el poder sobre sus hijos, incluso la violencia, una mentalidad que ya no es apropiada en las familias modernas.
La multa administrativa de 10 millones de dongs en este caso en Nghe An tiene valor de advertencia y orientacion de la opinion publica. Muestra que las autoridades locales ya no toleran la violencia domestica, ni aceptan las soluciones internas o las medidas de seguridad que han hecho que muchos casos de violencia sean ignorados o silenciados.
Cada accion de tratamiento tan clara y definitiva es un paso adelante en la proteccion de los derechos de los niños desde su primer hogar, la familia.
Sin embargo, que las autoridades locales decidan castigar a un padre por golpear a su hijo como en Xi'an no es para nada.
Y para que no haya mas decisiones punitivas como esta, se necesitan campañas de comunicacion mas extensas y extensas para cambiar la percepcion de la sociedad, especialmente de los padres, de los adultos en la familia sobre el papel de la educacion no violenta.
La crianza de los niños debe basarse en el respeto, el amor adecuado, combinado con la disciplina positiva y la comprension psicologica, en lugar de usar el miedo para generar obediencia.
Los niños pueden equivocarse, necesitan ser guiados, corregidos. Pero ningun error de un niño merece ser castigado con violencia. No hay razon para que los adultos hagan daño tanto fisico como emocional a sus hijos en nombre del amor.
La sociedad esta cambiando, cada familia debe cambiar, empezando por la percepcion de que educar a los niños con violencia es un delito, que puede ser procesado y condenado publicamente.