El dia que lo trajo de vuelta fue tambien el momento en que su espiritu cayo al fondo. El trabajo estaba atascado los asuntos amorosos se desvanecian como despues de una tormenta. Lo crio no por amor a los animales sino porque un amigo cercano dijo que debia tener algo para obligarme a vivir con horarios. Escucho eso y asintio a casa para revisar: '¿Nuestra mascotas ayuda a aliviar la depresion?'. Los resultados fueron todos negativos pero el eligio creer en el perro porque era mas lindo.
En los primeros dias el y ella se parecian a dos extraños que alquilaban juntos. El tenia miedo de que mordiera las sandalias el tenia miedo de que apagara las luces. El traia el cuenco lo arrojaba. El limpiaba lo desababa. El estaba triste lo desababa. Pero tambien fue a partir del circulo vicioso: dar de comer limpiar llevarse a casa ducharse disculparse con los vecinos que gradualmente olvido que estaba triste.
Todas las mañanas lo llamaba para despertarse con un ritual muy sagrado usando la nariz para frotarle la cara. No tenia permitido dormir en la cama sino que tenia que salir a hablar con personas que tambien llevaban perros y no entendia por que eran todas personas extrañas y alegres. Contaban historias de un gato que sabia abrir el refrigerador una perra que regañaba como un rapero y el empezaba a contar historias de que habia criado otra criatura para salvar su espiritu.
Cuidar a una mascota es en ultima instancia una terapia muy extraña. No le pregunta que tal hoy pero lo mira con ojos despreocupados como si el fuera lo mejor de su dia. No le aconseja que sea fuerte pero le enseña a ser paciente desde esperar a que vaya al baño en el lugar correcto hasta entender que hay criaturas que solo necesitan ser amadas. Una vez tuvo fiebre alta y se acurruco en la cama. El perro estaba a su lado en un silencio inusual. Cuando abrio los ojos
La gente dice que las mascotas curan. El tiene razon. Pero no es porque sea milagroso sino porque mientras cuida a otra criatura se cuida a si mismo involuntariamente. Y asi en la pequeña casa dos almas heridas se apoyan mutuamente sin necesidad de ninguna promesa solo una flecha es suficiente para ver que la paz es real.