Esta situacion debe ser vista como una oportunidad para evaluar la capacidad de administracion de los bienes publicos y la capacidad de planificacion estrategica de desarrollo a largo plazo de los gobiernos locales.
La reorganizacion de las oficinas publicas que esta sucediendo en las localidades muestra claramente donde estan los activos, los creativos y los que se atreven a actuar; donde estan los pasivos, los mecanicos y los que esperan ordenes.
Algunas provincias optan por seguir utilizando la sede anterior hasta que el ciclo de vida de la depreciacion haya terminado. Hay flexibilidad local para reorganizar la capacidad de acuerdo a las practicas regionales. Por el contrario, hay lugares donde las oficinas centrales se quedan expuestas al sol durante años, tanto como un desperdicio, como una repulsion a los ojos de la gente.
Una de las medidas de la eficacia de la reforma de la administracion es el trato que se da a los bienes publicos despues de la limpieza. Si la fusion se limita a reducir unidades, sin reorganizar los activos de manera racional, no es una reforma de verdad.
La administracion publica, al final, es tambien una forma de desarrollo. La buena administracion es provechosa, sirve a la comunidad. La mala gestion se convierte en una carga, incluso con consecuencias a largo plazo en cuanto a costos de mantenimiento, seguridad y estetica urbana.
Una antigua sede puede ser transformada en un centro cultural, una biblioteca, un espacio de vida comunitaria, una sede de empresas... si hay suficiente voluntad politica y un mecanismo flexible que la acompañe.
El problema es que muchos funcionarios temen el mal manejo, la inspeccion, la auditoria, y optan por la solucion segura de... no hacer nada.
Esta situacion si se prolonga, perdera la oportunidad de aprovechar los recursos, especialmente en un contexto en el que los presupuestos locales son dificiles y los fondos de tierras en el interior de la ciudad son cada vez mas escasos.
En cuanto a la politica, el Ministerio de Hacienda tiene una orientacion clara: dar prioridad a la utilizacion de las oficinas excedentes para fines publicos como la salud, la educacion, la cultura; o la disposicion de varias agencias de uso comun.
Es una buena direccion, pero debe ir acompañada de regulaciones transparentes sobre precios, licitaciones, transferencia de capacidad... para que los locales tomen la iniciativa y a la vez aseguren el principio de la transparencia, la prevencion de perdidas.
Finalmente, para resolver eficazmente el problema de la redundancia de la sede, se necesita una nueva forma de pensar en la administracion. Es una mentalidad que pasa de la posesion al uso eficiente.
No es necesario que conserve su funcion original, siempre y cuando los bienes publicos se utilicen para el bien comun, generen ingresos presupuestarios o generen nuevo valor para la comunidad.
No dejemos que las oficinas vacias sean el simbolo de la inactividad.