Entre ellos habia un amigo cercano del empleado. La persona que sabia muy bien que solo por un error habia enviado una copia en lugar de la ultima pero esa persona se inclino fingiendo mirar a algun lugar. Saliendo de la sala de reuniones los dos se encontraron en el pasillo. El amigo cercano sonrio: 'No pasa nada'. El tambien sonrio. Dos sonrisas muy educadas muy... distantes.
Tales historias ocurren tantas veces que nadie las considera un asunto. La oficina es un lugar donde la amistad tiene que convivir con el salario mensual la evaluacion de la capacidad y la mirada de los superiores. A todos les gusta creer que son personas que viven con amor y significado. Pero cuando la amistad se ve envuelta en intereses todo se toma en cuenta de inmediato. Una frase protectora puede intercambiarse por miradas molestas. Una confirmacion de la verdad puede hacer que te noten. Y asi muchas personas eligen guardar silencio para que todo este tranquilo.
El silencio en este momento a menudo se viste con una camisa muy moral. La gente dice: 'El silencio no resuelve nada'; o 'Interrumpir solo complica mas las cosas'. Escucharlo a primera vista es razonable escucharlo detenidamente se siente familiar como la forma en que los adultos se consolan a si mismos cada vez que eligen la seguridad. Hay personas que eligen enviar mensajes privados de consuelo. Sin salir a defenderse pero susurrando que si creen. Luego tambien hay personas que se atreven a hablar. No es ruidoso
La amistad especialmente en la oficina ya es fragil. Es como una prueba y a veces el precio de la seguridad es la ruptura de la confianza. No podemos culpar a las personas que eligen el silencio para defenderse pero tambien es dificil olvidar la sensacion de ser abandonadas entre miradas de rechazo.
Despues de todo un titulo o un salario pueden hacernos sentir orgullosos pero solo la amabilidad nos ayuda a estar tranquilos. No dejes que la 'obediencia' se convierta en una isla solitaria en la oficina. Porque despues de todo un puesto firme en la empresa no tendra sentido si ya no ocupamos un lugar digno en los corazones de quienes nos rodean.