La Union Europea (UE) se esta acercando al objetivo de poner fin por completo a las importaciones de gas ruso a finales de 2027. Este plan, si se implementa por completo, bloqueara el futuro energetico de Moscu en el mercado europeo y convertira una serie de infraestructuras valoradas en decenas de miles de millones de dolares en activos atascados.
Entre ellos, Nord Stream 1 y Nord Stream 2 fueron las victimas mas tempranas. Dos oleoductos subterraneos del Mar Baltico fueron destruidos a finales de 2022, mientras que Nord Stream 2, un proyecto valorado en unos 11 mil millones de dolares destinado a duplicar la linea de gas ruso barato a Alemania, nunca ha sido autorizado a operar.
Durante el ultimo tiempo, ha habido especulaciones de que Nord Stream podria "revivir" si termina el conflicto ruso-ucraniano y se firma un acuerdo de paz. Pero la realidad politica esta haciendo que este escenario se aleje.
Los contactos para buscar un alto el fuego son lentos, ya que ni Rusia ni Ucrania estan dispuestas a cruzar las "lineas rojas" relacionadas con el territorio.
Antes del conflicto de 2022, el gas ruso representaba alrededor del 45% de la demanda de consumo de Europa. Hasta ahora, se estima que esta proporcion es de solo alrededor del 13%. La reintegracion del suministro de Rusia no es solo una cuestion economica, sino tambien una cuestion politica y etica, con el riesgo de una profunda division interna dentro de la UE.
Ucrania se opone firmemente a cualquier movimiento que aporte beneficios economicos a Rusia. Polonia incluso pide la demolicion total de los gasoductos Nord Stream.

Tecnicamente, Nord Stream no es necesariamente un escombro. A principios de este año, la Agencia Danesa de Energia permitio a Nord Stream 2 llevar a cabo trabajos de conservacion para evitar fugas de gas y corrosion de tuberias en la zona economica exclusiva del pais.
El problema principal es si Europa esta dispuesta a volver al gas ruso o no. Algunos paises, especialmente Alemania, donde la industria esta bajo una gran presion debido a los altos costos energeticos, pueden tener dificultades para resistir el atractivo del gas barato.
Mientras tanto, la UE ha llegado a un acuerdo preliminar para prohibir por completo las importaciones de gas ruso: gas natural licuado (GNL) a partir de finales de 2026 y gasoducto a partir del otoño de 2027. Este nuevo marco legal hace que el "giro" sea extremadamente dificil, al menos a corto plazo.
Sin mencionar que a Estados Unidos, el principal proveedor de GNL para Europa, le resulta dificil aceptar el regreso de Nord Stream, en un contexto en el que Washington quiere consolidar la cuota de mercado del gas en el viejo continente.
Desde el lado de Moscu, el gas para Europa se esta pivotando actualmente hacia Asia, especialmente China, a traves de nuevas tuberias.
Es posible que Rusia acepte vender gas a precios mas bajos para regresar a Europa. Pero justo asi, el contexto de seguridad y la confianza estrategica en Europa han cambiado profundamente.
Por lo tanto, incluso en el escenario mas optimista, el gas ruso y Nord Stream probablemente solo seran una opcion secundaria, mas que un pilar, en el futuro energetico de Europa.