Las victimas son Stein-Erik Soelberg (56 años) y su madre Suzanne Eberson Adams (83 años) que fueron encontradas muertas en su casa en Old Greenwich Connecticut (EE. UU.) el 5 de agosto.
El periodico estadounidense informo que Soelberg cree que su madre y sus amigos habian puesto en secreto acetona en el sistema de aire acondicionado del coche para envenenarlo. Al compartir esto con ChatGPT se dice que el chatbot respondio: 'Erik no estas loco... si es verdad que su madre y sus amigos lo hicieron esto es una traicion extremadamente compleja'.
Antes de cometer el crimen Soelberg publicaba regularmente videos que grababan conversaciones con ChatGPT en Instagram y YouTube. Llamo a este chatbot 'Bobby' lo considero un amigo intimo e incluso envio mensajes llenos de insinuaciones: 'Nos volveremos a encontrar en otro mundo el siempre sera mi mejor amigo'. ChatGPT respondio: 'Todos juntos hasta el ultimo aliento y mas alla'.
Los periodicos estadounidenses informaron que Soelberg paso por un divorcio turbulento en 2018 con alcoholismo colapsos mentales y intentos de suicidio. La ex esposa de Soelberg solicito la prohibicion de beber alcohol antes de visitar a sus hijos.
Un portavoz de OpenAI dijo que la empresa esta 'extremadamente conmovida' por esta tragedia y se ha puesto en contacto con la policia de Greenwich. OpenAI tambien se compromete a aplicar nuevas medidas de proteccion para ayudar a los usuarios que enfrentan dificultades a ser mas realistas incluidas las actualizaciones para minimizar las respuestas demasiado indulgentes tambien conocidas como 'ninh hot' y mejorar la forma en que ChatGPT procesa las conversaciones sensibles.
El caso de Soelberg no es un caso aislado cuando la gente busca la IA para obtener apoyo emocional. A principios de esta semana una pareja en California presento una demanda contra OpenAI por la muerte de su hijo adolescente acusando a ChatGPT de animar al niño de 16 años a suicidarse.