El joven pintor, que estaba ordenando sus lapices, se levanto y dijo: "Eso es cierto, señor. A veces me siento como una extraña, como una persona distinta. Sobre todo cuando se trata de ideas, que pueden estar sentadas todo el dia con una taza de cafe.
El viejo escritor continuo: "Lo que mas me asusta es el tipo de artista que abre la boca para hablar de inspiracion, de exaltacion, hasta que, en un estancamiento, se derrama en inspiracion que no ha llegado". El artista se rie: "Bueno, el arte no tiene que ser inspirado. Siempre estoy esperando mi inspiracion y no la encuentro.
El escritor dice: "Es una inspiracion muy loca. Cuanto mas busca, mas esconde. Pero si se quedaba sentado, con los ojos cerrados, esperando la quinceañera del año siguiente. Cualquier escritor que me diga que solo escribo cuando tengo una inspiracion, y que por suerte llegue a las 9:00 a.m., esta mintiendo. La inspiracion no viene sola. Hay que educarlo, hay que disciplinarlo.
El artista se sorprende: "¿Pero el arte no necesita ser libre, liberal?"
Libera la cabeza de ese escritor. Mira, los bailarines esperan a que llegue el sol para practicar, los musicos esperan a que llueva para escribir sus canciones de duelo, y luego llegan a la fiesta del Congo. Improvisado como un pajaro libre. La disciplina es como el viento que levanta las alas. El gran artista es el que combina ambas cosas. Como yo, solo tienes que llegar a la mesa a tiempo. Cuando estaba tocando las piedras, las letras me llevaron a un pais de fantasia.
El pintor esta de acuerdo: "Tambien es cierto". He visto a artistas famosos que pintan de dia y de noche.
¿Lo ves? ¿Que es lo que quieres? Son mas astutos que los bueyes, y los escritores bajan la voz. Pero no pienses que la improvisacion es inutil. A veces, mientras escribo, aparece un rayo. Estaba soñando, viendo una imagen extraña. Eso es. Pero no lo anoto, y se le olvido. El artista debe volar sobre las nubes y aterrizar en la tierra. Escucha el corazon, controla el cerebro.
El pintor asintio: "Si dices eso, mañana tendre que levantarme a las siete para pintar a los gorilas perdidos". El escritor se rie: No dibujes a los gorilas, hay que tener un proposito. Hoy dibujo un jarron, mañana el gato, mañana... mi cara de perro. Asi, la inspiracion se hace mas intensa.