Volvi a la foto de mi telefono, la de la graduacion. Se reian a carcajadas, se tocaban los hombros, como si el mundo no pudiese dividirlos. Pero, sin saberlo, desde entonces, mensajes, llamadas, y silencio. Sin discusiones, sin malentendidos, solo un largo silencio, como si el tiempo hubiera cavado silenciosamente un hoyo entre los dos.
Ahora trabajas en una ciudad grande, en una empresa tecnologica de prestigio. Todavia los veo en las redes sociales: fotos de suites remodeladas, viajes de negocios al extranjero, sonrisas seguras pero extrañas. Tu optas por quedarte en el campo, abrir un pequeño cafe, vivir despacio entre dias de paz.
Antes, tu y tus amigos solian sentarse en esta banca, soñando con el futuro. Dicen que quieren hacerse ricos, cambiar el mundo. Solo sonrie, dice que quiere vivir una vida tranquila, sin problemas. En ese entonces, respetaban los sueños del otro, pero nadie pensaba que esos mismos sueños los separaran. Te lanzas a la rotacion del trabajo, las fechas limite, las fiestas, la red. El se divertia haciendo cafe, escuchando a los invitados contar historias, viendo la lluvia por las ventanas.
Recuerdo la ultima vez que te vi, hace dos años, en un bar ruidoso. Viste el chaleco, hablaste de acciones, proyectos, cosas que no entendias. Hablas de la cafeteria, de las mañanas tranquilas, pero tus ojos se desvian, como si estuvieras pensando en una reunion que esta por venir. Se rien, se mueren de risa, pero ambos saben que algo ha cambiado.
Todos sabemos que la vida es impermanente. Cada uno es diferente, porque cada uno tiene que seguir su propio camino. La amistad, como un rio, a veces se desborda, a veces se divide en silenciosas ramas. No te culpo, ni me duele la distancia. Solo veia un vago pesar, como ver caer las hojas doradas, sabiendo que la primavera ya habia pasado.
Hoy, sentado aqui con una taza de cafe frio, recibi un mensaje de un amigo: "Vengo a la ciudad el fin de semana, ¿puedo pasar por tu bar?" El sonrio y dijo: "Si, venga, le preparare un cafe". No espero que los dos vuelvan a ser tan cercanos como antes, pero se que, por muy diferentes que sean, una parte de ellos aun yace en algun lugar, en los viejos tiempos, en este sofa, entre sueños compartidos.
Porque hay recuerdos que no cambian.