En la ceremonia, que conto con la presencia de unos 10.000 Tangni, budistas y delegados internacionales de mas de 80 paises, los territorios se reunieron en silencio, con la esperanza de un mundo sin conflictos, donde la gente vive con comprension y compasion.


Bajo la luz ilusoria de miles de lamparas de candelabros, la oracion resonaba suave pero llena de fuerza espiritual. Mas que un ritual tradicional, la ceremonia de la coronacion es un simbolo sagrado del despertar de la conciencia, donde cada uno se enfrenta a si mismo, deja atras el resentimiento, siembra semillas de paz.


Compartiendo sus emociones al asistir al evento, la hermana Nguyen Thi Hong (TPHCM) se emociono: He asistido a muchas ceremonias budistas, pero esta es la primera vez que presencie una noche de flores tan grande. El momento con miles de personas que encienden las lamparas y rezan me calmo el corazon. Me siento aliviado y tengo una nueva confianza en el bien.
Chen Ming Japon (nacido en Dong Nai) expreso: La primera vez que asisti a una fiesta internacional de Vesak, senti que mi corazon estaba iluminado. Cada lampara que enciendes es un recordatorio de que debes ser mas amable, mas consciente y mas amoroso. Espero que el mundo sea menos sufrido si cada uno de nosotros comenzara con un pequeño acto de generosidad.
Sin distincion de nacionalidad, color o religion, los asistentes a la ceremonia de la bandera compartieron un deseo comun: la paz. Algunos se entrelazan y lloran en silencio mientras recitan el rezo. Hay bebes que van con sus padres, con manos temblorosas, sosteniendo una pequeña lampara como si guardaran un rayo de esperanza.

Al final de la ceremonia, miles de lamparas de incienso se lanzan suavemente sobre el lago en silencio, mientras las campanas retumblan y las oraciones se extienden. Cada lampara llevaba consigo un deseo personal, un mensaje de amor al universo: que haya paz en el mundo, que el corazon humano no sufra.
Mas que un festival religioso, la celebracion de la Vesak 2025 en Ciudad de Mexico es una ocasion para que cada uno vuelva a los valores centrales de la humanidad: amar, perdonar y vivir con conciencia. En medio de los cambios de la epoca, esa luz compasiva sigue iluminando silenciosamente el camino a los corazones que anhelan la paz.