Asi lo compartio el Sr. Vo Thanh Ky, que trabaja en el Centro de Comunicacion, Cultura y Deporte de la ciudad de German Phu, provincia de Guangdong, enviado al Diario de Trabajo.
"Hace mas de tres años, tuve dolor en el hombro izquierdo y en la cabeza derecha. Los dolores aparecen cada vez mas y duran mas. Tome un taxi para ir a un hospital en la provincia de Guangdong, pero no encontre la enfermedad. Me revise varias veces y compre medicamentos, pero no mejore, fui a mas hospitales de todo el pais... y pase largos periodos de terapia combinada con pastillas, pero no mejore. El cuerpo esta agotado por las noches de insomnio y el dolor.

Mi esposa llevo a mi esposo, que habia viajado casi mil kilometros, al Hospital T.P. Ho Chi Minh para que lo examinaran con la esperanza de que se curara. El medico hizo una cuidadosa endoscopia y tomo una biopsia del tumor del acido prostatico. Mas de una semana despues, mi esposa y yo nos enteramos de la terrible noticia: el cancer se habia diseminado, y el tratamiento era dificil. Los terribles dolores de cabeza me atormentan dia y noche. A veces, quiero dejarlo ir pensando: la muerte acabara con el dolor".
O cuando me dijeron que estaba enferma, mis familiares me llamaron con urgencia para decirme: "Trata con tranquilidad, no te preocupes por el dinero". Mis padres se apresuraron a transferir una cantidad considerable de dinero despues de años de ahorrar. Mis colegas y la agencia se apresuraron a contribuir y a transferir decenas de millones de dolares a mi cuenta, a pesar de las dificultades de la vida de la gente.
El sindicato de la oficina propuso a la Federacion de Trabajadores de las Ciudades Prusianas que movilizara a los funcionarios y a las organizaciones sindicales afiliadas para que me ayuden a superar la pobreza. Antes, la Federacion Alemana de Trabajadores Urbanos habia pedido ayuda en varias ocasiones a los trabajadores en dificultades que estaban gravemente enfermos.
En poco tiempo, mis colegas, agencias y organizaciones sindicales en el area urbana me apoyaron con mas de 120 millones de dolares. Antes, solia reunirme con ellos para obtener informacion, escribir articulos para la radio y hacerme amigo. Por eso, cuando se supo que estaba enferma, muchos me llamaron, me enviaron mensajes, me animaron con palabras llenas de amor.

Los hermanos y hermanas trabajan en los periodicos, en la radio y la television, los parientes, los vecinos y los amigos envian dinero a traves de cuentas bancarias o llevan a los hospitales. Estas llamadas, estos mensajes de aliento como "la tranquilidad" me han ayudado a combatir el dolor de las celulas cancerosas que invaden y dañan los nervios y los organos del cuerpo.
El amor y el apoyo de la familia, de los sindicatos y de la gente, despertaron el deseo de vivir en un cuerpo flaco. Me dije que debia vivir para no ser amado por nadie. A pesar de las nauseas, me esforce por comer y beber lo suficiente para soportar las inyecciones de quimioterapia y la radioterapia que me habia recomendado el medico. Lo bueno es que el amor es muy importante en la vida. El amor me dio fuerza, me ayudo a cruzar la puerta de la muerte.
Ahora, estoy fuera del hospital, de vuelta con mi familia y mi trabajo. A veces me emociono cuando recibo regalos de la Union. Porque el sindicato es mi mano magica en los dias de peligro".
* Titulo asignado por la editorial.