Despues de casi 10 años de dejar Lao Cai para ir a Hanoi a trabajar como obrera en el Parque Industrial Bac Thang Long la Sra. Hoang Thi Nhien nunca se ha preocupado por los alimentos como en los ultimos dias. La informacion sobre la epidemia de sarampion de cerdo africano aparece continuamente lo que le hace dudar cada vez que compra comida en el mercado. Para estar tranquila le pide a sus padres y abuelos en su pueblo natal que envien alimentos.

El pequeño refrigerador de la familia siempre esta lleno de carne de pollo pescado y verduras congeladas. “Antes solia comprar alimentos en mercados clandestinos en zonas residenciales. Ahora muchos lugares tienen brotes de heces de cerdo asi que me mude a comprar pollo y pescado. El mes pasado mis padres enviaron alimentos dos veces lo suficiente para que mi esposo y yo comamos durante un mes lo cual es seguro y ahorra costos” conto la Sra. Nhien.

Pero la preocupacion por ganarse la vida no se limita a las comidas diarias. Su esposo y ella tambien tienen que cubrir los gastos de comida y educacion de sus dos hijos y ayudar a sus padres en el campo. “Si la empresa mantiene los horarios de trabajo regulares todavia tenemos 3-4 millones de VND para reservar cuando haya un trabajo repentino. No hay trabajo para los horarios de trabajo y si los precios siguen subiendo es dificil para los trabajadores como yo seguir adelante” confeso.
La Sra. Bui Thi Khanh originaria de Phu Tho tambien comparte la misma preocupacion cuando el precio de la electricidad en el area de alojamiento aumento a 3.500 VND/kWh lo que provoco que la factura de este mes aumentara en 400.000 VND. “La electricidad y el agua han subido de precio despues de escuchar noticias de que los mercados clandestinos podrian ser eliminados me preocupa aun mas si los precios de los alimentos en las tiendas y supermercados aumentaran” compartio la Sra. Khanh.
En el contexto de la escalada de precios el riesgo de perder puntos de venta asequibles y la epidemia que afecta el suministro de alimentos las preocupaciones de los trabajadores se acumulan. Con ingresos que dependen en gran medida del horario de trabajo cualquier fluctuacion en los costos de vida se convierte en una gran presion lo que hace que la permanencia en la ciudad para muchos trabajadores sea mas fragil que nunca.