Una protesta en los Paises Bajos se convirtio en violencia cuando miles de personas se reunieron en la ciudad de La Haya y se enfrentaron a las fuerzas de seguridad el 20 de septiembre.
Alrededor de 1.500 personas principalmente opuestas a la inmigracion bloquearon la autopista ondearon banderas y gritaron consignas pidiendo politicas de inmigracion y refugio mas duras. La situacion se intensifico rapidamente cuando algunas personas arrojaron piedras y botellas a la policia y quemaron un vehiculo de servicio publico obligando a las fuerzas funcionales a usar gases lacrimogenos y ladrillos para controlar.
Segun los medios locales los extremistas tambien destruyeron la oficina del partido de centro-derecha D66. Un pequeño grupo intento acercarse al edificio de la Asamblea Nacional que estaba siendo reparado pero fue detenido por la policia. Las autoridades confirmaron que 30 personas fueron arrestadas y dos policias resultaron heridos y no descartan la posibilidad de mas arrestos despues de revisar las camaras de seguridad.
El lider del partido D66 Rob Jetten publico en la red social X que los actos de ataque al partido politico son una amenaza inaceptable y afirmo que no permitira que los extremistas violentos perjudiquen al pais.
El Primer Ministro interino Dick Schoof escribio en X que lo considera una 'imagen impactante y extraña de violencia sin escrupulos' y enfatizo que la policia y los fiscales llevaran a los perpetradores de disturbios ante la justicia.
La protesta se produce en un contexto en el que los Paises Bajos se preparan para las elecciones generales del 29 de octubre. Anteriormente el politico antiinmigracion Geert Wilders retiro su partido de la coalicion gobernante debido a desacuerdos sobre la politica de inmigracion lo que provoco que las elecciones se celebraran antes.
Segun los resultados de la encuesta el partido de Wilders lidera. En su declaracion Wilders condeno los actos de violencia contra la policia y enfatizo que esto es completamente inaceptable.