Mi amigo experimento una vez un emprendimiento fallido. Despues de eso tuvo miedo de volver a encontrarse con sus amigos miedo de compartir nuevos planes. Confeso: 'Tengo miedo de ser preguntado de sonreir de tener que justificarme si vuelvo a fracasar'. Al escuchar eso recorde que yo mismo tambien habia tenido momentos de vacilacion y me pregunte: '¿Acaso realmente no soy lo suficientemente bueno o lo suficientemente bueno como pensaba?'. Esos pensamientos si persisten gradualmente se convertiran gradualmente en rechazo.
Lo ironico como les digo es que este mundo esta ocupado y olvidado rapidamente. Pocas personas recuerdan cuantas veces nos hemos caido y fracasado. A ellos solo les importa cuando hacemos algo nuevo y valioso. Nos encerramos en nuestros recuerdos de la caida mientras otros la han olvidado hace mucho tiempo. Les conte una frase de Paul Graham: 'Lo que hace que las personas sean diferentes no es la inteligencia o la procedencia sino el nivel de disposicion a rehacerse'.
Mi amigo se sento en silencio. Luego pregunto: '¿Y si sonrien?' Yo respondi: 'Si esta bien. No vivieron por nosotros. No nos dieron una vida llena de arrepentimiento solo porque no nos atrevimos a volver a intentarlo'.
A veces nos sentamos a discutir: Si has fracasado una vez la pregunta no deberia ser '¿que pasa si vuelves a fracasar?' sino '¿quieres quedarte quieto para siempre como ahora?'. Estar quieto tambien tiene un precio: Ese es el remordimiento llamado 'quien sabe si podria haberlo hecho'.
Mi amigo luego intento emprender por segunda o tercera vez. Sin ruidos ni grandes declaraciones. Comenzo de nuevo en silencio con perseverancia y fe en que solo necesitando no dar la espalda a si mismo cada paso es digno.
Y yo mirando a mi amigo levantarse tambien me recuerdo: el coraje a veces no son grandes acciones sino rehacer silenciosamente lo que una vez arruino. No es necesario el publico solo necesitamos mantener la fe en nosotros mismos.
En la vida todo el mundo puede caerse. Lo importante no es si esa caida es profunda o corta sino si estamos listos para levantarnos. Y a veces solo un compañero que nos recuerde que el fracaso no es el final es suficiente para que podamos seguir adelante.