Arduo trabajo para ganarse la vida despues de las horas de filtracion de sangre
El pequeño callejon en la calle Le Thanh Nghi se ha familiarizado durante mucho tiempo con la imagen de tiradores de ropa estrechos y los utensilios domesticos que aprovechan al maximo el espacio exterior habitaciones de alquiler abarrotadas que solo cubren unos pocos metros cuadrados.
Este es el refugio temporal de mas de 100 pacientes que estan en una batalla ardua contra la insuficiencia renal. Cada uno tiene su propio pueblo natal y circunstancias pero comparten el mismo dolor de la enfermedad y una voluntad resuelta de permanecer en la ciudad para recibir tratamiento.
Vinculada a esta aldea de alquiler durante 9 años la Sra. Tong Thi Thu Huong considera esta como su segunda casa. Una semana de 7 dias dedica 3 dias completos al Hospital Bach Mai para el analisis de sangre.
Una semana llevamos 3 sesiones de dialisis ademas solo quedan 4 sesiones para ganarse la vida' compartio la Sra. Huong. Los cuatro dias restantes se dedica a vender ambulantemente para obtener ingresos adicionales.
El dinero ganado solo fue suficiente para pagar el alquiler y todos los demas gastos tuvieron que depender de la ayuda de su familia y la comunidad. Recordo que cuando se dio cuenta de la enfermedad a los 30 años se derrumbo durante 2 años.

No solo la Sra. Huong sino que la mayoria de los pacientes de la aldea tienen que aprovechar cada hora cada minuto de salud para trabajar a tiempo parcial. Desde conducir mototaxi lavar platos por cuenta ajena recoger chatarra hasta vender agua en el hospital no hay nada que no hagan.
Anh Nguyen Van Hung un paciente que tiene 22 años de dialisis dijo: 'Quien tenga salud puede trabajar. Las mujeres van al hospital a vender agua lavar platos. En invierno van a lavar zapatos. Hay que trabajar para tener dinero para cubrir los gastos'.
Los trabajos pesados que ya eran dificiles para las personas comunes ahora pesan sobre los hombros de las personas cuya vida se calcula por filtraciones de sangre.
El vecindario de alquiler es una casa el vecino es un familiar
Aunque la vida es escasa y dura la aldea de dialisis nunca ha carecido de humanidad. Los pacientes aqui se consideran como una gran familia donde pueden apoyarse compartir y protegerse mutuamente a traves de la adversidad. Las habitaciones de alquiler estrechas y humedas de repente se vuelven mas calidas gracias a la atencion y el cuidado de personas en la misma situacion.
La Sra. Tran Thi Phuong una paciente en el vecindario dijo que vive sola aqui los familiares tienen que ir a trabajar lejos para ganar dinero. Cuando esta enferma y cansada y no puede caminar son los vecinos quienes la ayudan.
Cuando estan enfermos las personas mas sanas los apoyan. Cuando estan cansados y no pueden ir al mercado los vecinos de los alrededores compraran comida para ellos' dijo la Sra. Phuong con una sonrisa. La ayuda no es solo un tazon de gachas o pastillas sino tambien palabras de aliento y consuelo para ayudarles a tener mas fuerza mental.

Para ellos la casa de alquiler no es solo un refugio temporal sino que se ha convertido en una verdadera familia. Viajan juntos por los dias de dolor por la enfermedad comparten comidas ligeras juntos se animan mutuamente a esforzarse en la guerra sin fin.
Aunque el futuro todavia tiene muchas dificultades y desafios el calido afecto humano en este pequeño rincon de la calle es un apoyo solido una gran fuente de motivacion para que cada paciente tenga mas fuerza de voluntad para continuar su viaje para recuperar la vida cada dia.