La guerra presupuestaria entre el Partido Republicano y el Partido Democrata esta llevando a Estados Unidos al borde de un nuevo cierre del gobierno federal a partir del 1 de octubre. Pero a diferencia de las veces anteriores este escenario podria convertirse en una oportunidad para que el presidente Donald Trump consolide el poder ejecutivo e implemente planes controvertidos.
El centro de la controversia es el paquete de subsidios de acuerdo con la Ley de Atencion Medica Gratuita (Affordable Care Act - Obamacare). El Partido Democrata quiere extender los subsidios y revertir los recortes de Medicaid que Trump firmo en verano. Por el contrario la oposicion solo quiere aprobar un proyecto de ley de gasto temporal que mantenga el presupuesto actual sin condiciones.
Si el estancamiento no se resuelve Estados Unidos caera en una situacion en la que cientos de miles de empleados federales perderan sus empleos temporalmente. Pero lo que mas preocupa a muchos expertos es como la administracion Trump puede aprovechar esta crisis.
Segun Joshua Sewell director de investigacion de Taxpayers for Common Sense la administracion Trump podria utilizar este momento para 'transformar' el aparato federal en una direccion que sirva a los intereses politicos. La Oficina de Gestion y Presupuesto (OMB) bajo la direccion de Russell Vought que ya ha mostrado una tendencia a centrarse en el poder ahora esta dispuesta a cancelar la ayuda extranjera y retener miles de millones de dolares en gastos nacionales.
En un memorando de entendimiento filtrado OMB incluso pidio a las agencias federales que 'consideraran' enviar notificaciones de recortes de personal para los empleados que trabajan en programas que no se ajustan a las prioridades del presidente o carecen de fondos obligatorios. Esto se considera un paso que supera con creces la tradicion de los periodos de cierre anteriores que solo se limitaban a dar permisos temporales y asegurar el pago de salarios compensatorios posteriores.
En solo los ultimos 2 años la administracion Trump ha reducido alrededor de 200.000 empleados federales y esta cifra podria ascender a 300.000 a finales de año segun Max Stier director ejecutivo de la Organizacion para la Cooperacion en Servicios Publicos.
Algunos expertos creen que el plan de despido a gran escala dificilmente puede mantenerse firme en los tribunales debido a que la ley federal requiere que el proceso de notificacion dure al menos 60 dias. Pero solo lanzar esta amenaza es suficiente para presionar a los democratas obligandolos a considerar entre mantener el subsidio medico o enfrentar el panorama de un aparato federal en declive.
Durante el cierre los estadounidenses seguiran recibiendo pensiones seguridad social Medicare y Medicaid. Los servicios esenciales como el control fronterizo la salud hospitalaria el control de trafico aereo y la seguridad de la red electrica continuaran funcionando.
Trump podria aprovechar su derecho a definir que es un 'funcionario esencial' para mantener prioridades como el endurecimiento de la inmigracion mientras recorta energicamente las areas que quiere reducir como el Ministerio de Educacion o la Agencia de Proteccion Ambiental.
En las ultimas 3 decadas Estados Unidos ha experimentado 4 cierres gubernamentales de mas de 1 dia de trabajo. Pero esta vez los observadores predicen que sera muy diferente un enfrentamiento no solo presupuestario sino tambien una prueba del nivel de poder que Trump puede concentrar en sus manos.
Si el Congreso no llega a un acuerdo la Casa Blanca se convertira en el 'unico centro de poder' mientras que el destino de cientos de miles de empleados federales y el futuro de los programas de salud y bienestar pueden decidirse solo por una firma del Presidente.