El 12 de octubre inmediatamente despues de que se anunciara el nuevo gabinete los principales politicos y partidos de Francia reaccionaron de inmediato.
El primer ministro Sebastien Lecornu publico en la red social X enfatizando el objetivo del gobierno: 'Un gobierno basado en la mision nombrada para traer a Francia un presupuesto antes de finales de este año. Quiero agradecer a quienes se han comprometido voluntariamente a unirse a este gobierno renunciando a los intereses personales y partidistas. Solo hay una cosa importante: los intereses del pais'.
Sin embargo la oposicion mostro rapidamente una actitud dura. Marine Le Pen lider del Partido Nacionalizado (RN) declaro que actuaria de inmediato: 'Nuestro punto de vista es muy claro: este gobierno sera derrocado mañana propondremos una votacion incoherente. Despues de eso el presidente Macron debe disolver el Parlamento lo antes posible para que el pueblo frances tenga la oportunidad de volver a votar y elegir una nueva fuerza minoritaria'.
Esta reaccion muestra que el gobierno de Lecornu tendra que enfrentarse a una prueba de credibilidad en su primera semana de trabajo.
La division no solo proviene de la oposicion. Incluso dentro de los partidos con miembros que participan en el gobierno tambien han surgido grietas. El Partido Republicano (LR) emitio un comunicado de prensa afirmando su postura: 'El 10 de octubre la direccion del Partido Republicano voto en contra de la participacion de miembros del partido LR en el gobierno. Por lo tanto los miembros del LR que han aceptado unirse al gobierno ya no pueden autodenominarse miembros del LR.
Esta declaracion es un duro golpe para los esfuerzos del Primer Ministro Lecornu para construir una alianza amplia lo que muestra una profunda division en la derecha.
Annie Genevard quien fue reelegida Ministra de Agricultura explico su decision en X: 'El Primer Ministro me pidio que continuara mi trabajo. Elegi aceptarlo en un momento en que la agricultura francesa se enfrentaba a profundas dificultades y Francia estaba experimentando una grave crisis politica'.
Mientras tanto los partidos de izquierda que son aliados potenciales que el gobierno necesita para sobrevivir mantienen un silencio inconsistente.
Esta actitud de 'vigilancia' por parte de la izquierda muestra que no estan listos para apoyar al nuevo gobierno y estan dejando abiertas las opciones empujando al gabinete de Lecornu a una situacion precaria desde el principio.