Cuando eran niños los abuelos eran un mundo seguro: un tazon de arroz con limon un cuento de hadas un ventilador de verano. Pero cuando crecieron esa relacion a menudo retrocedia tras las citas el trabajo la presion de la comida y la vida privada. No por dejar de amar sino porque hemos pasado a un ritmo de vida diferente.
La distancia entre generaciones y el ritmo de vida adulto
Al crecer las personas amplian su mundo social: amigos colegas pequeñas familias. El tiempo lo mas limitado se divide. Los abuelos a menudo ya no viven juntos facilmente se convierten en 'prioridades blandas'. La distancia geografica las diferencias tecnologicas y las perspectivas de la vida hacen que las conversaciones ya no sean tan naturales como antes.
Segun el Dr. Karl Pillemer sociologo familiar de la Universidad de Cornell (EE. UU.) 'cuando los hijos y nietos crecen la conexion con sus abuelos pasa de la dependencia a la eleccion proactiva'. Cree que la distancia no significa una reduccion del amor sino que refleja el proceso de personalizacion en la sociedad moderna.
Ademas esta la diferencia de generacion. Los abuelos crecen en un contexto de escasez enfatizando la tolerancia; los jovenes maduran en medio de la velocidad la competencia y la presion mental. Los dos sistemas de valores no son opuestos pero son dificiles de 'atraer las olas' si falta paciencia.
Cuando el amor se retrasa debido a la ocupacion
Otra razon que se debe decir con franqueza: los adultos a menudo evitan enfrentarse a la fragilidad de la vejez. Mirando a sus abuelos debiles y la memoria lenta vemos vagamente la imagen limitada de la vida humana algo que no es facil de aceptar. La ocupacion a veces es una excusa segura para retrasar las emociones.
La Dra. Susan Krauss Whitbourne profesora de psicologia en la Universidad de Massachusetts Amherst (EE. UU.) comento: 'Los adultos tienden a invertir sus emociones en relaciones iguales porque traen una clara interaccion bidireccional'. Mientras tanto para ellos el cuidado suele ser unilateral y requiere mucha paciencia.
Sin embargo la distancia no es el final. Con solo una llamada regular una comida de fin de semana o pedirle a los abuelos que recuerden viejas historias la linea de conexion se puede reconectar. El matrimonio no es solo una relacion matrimonial e infantil sino tambien como las generaciones se mantienen juntas en la memoria y el presente.
La madurez no nos obliga a alejarnos de nuestros abuelos. Lo necesario es ser proactivo dedicar tiempo proactivo escuchar proactivo amar antes de que las conversaciones solo queden en el olvido. Mantener esa cercania tambien es preservar parte del legado familiar en medio de una vida agitada.