La industria del GNL de EE. UU. Esta dando señales de advertencia de emergencia a la administracion del presidente Donald Trump, diciendo que no pueden cumplir con nuevas regulaciones obligadas a usar los barcos de envio del pais, amenazando la industria de exportacion por un valor de $ 34 mil millones por año.
El Financial Times, citando cartas de lobby enviadas por el Instituto Americano del Petroleo (API) a las autoridades la semana pasada, dijo que las regulaciones anunciadas por el representante de comercio de Estados Unidos Jamieson Greer el 17 de abril podrian romper la agenda de "dominio de la energia" que Trump habia establecido como una prioridad estrategica.
La nueva regulacion requiere que los envios de LNG gradualmente utilicen buques construidos y enarbolados en Estados Unidos durante los proximos 22 años. Sin embargo, API afirma que la industria del GNL no puede cumplir con este requisito.
Actualmente, Estados Unidos no tiene ningun barco de GNL construido en el pais con el estandar de transporte de gas licuado, ni no tiene un exceso de capacidad en el astillero para completar la fecha limite para 2029. Los barcos se estan utilizando principalmente barcos chinos. Este hecho hace que las empresas sean preocupadas por la interrupcion de las cadenas de suministro y los costos de transporte al nivel no controlado.
Bajo la nueva regulacion, Estados Unidos comenzara a cobrar a los propietarios y operadores de buques chinos que transportan gas a un precio de 50 dolares por tonelada neta (a partir de 180 dias) y continuara aumentando otros 30 dolares por año durante los proximos 3 años.
Si no cumplen con las regulaciones, el gobierno tiene el derecho de suspender la licencia de exportacion de GNL, un peligroso golpe a la ambicion de Estados Unidos de mantener su posicion como la potencia energetica numero uno del mundo.
Esta regulacion esta generando una ola de campaña de pasillo intenso de las industrias exportadoras, desde el petroleo y el gas hasta la agricultura.
Si no se ajusta, esta politica no solo aumenta los costos de transporte, sino que tambien "destruye una cadena de suministro equilibrada y reduce la competitividad de Estados Unidos a nivel global", advierte API.
Aaron Padilla, vicepresidente de politica corporativa de API, enfatizo: "Se necesita una politica mas viable y sostenible para proteger los intereses de los consumidores y fortalecer la fortaleza energetica de Estados Unidos".
Charlie Riedl, director ejecutivo del Centro de GNL, advirtio que estas medidas podrian romper contratos a largo plazo, elevar los precios del gas para los clientes globales y amenazar la posicion numero uno de Estados Unidos en la industria de exportacion de GNL. "Hemos solicitado con urgencia la exclusion de los buques de LNG de la nueva regulacion", dijo.
Despues de superar a Australia en 2023 para convertirse en el mayor exportador de LNG del mundo, Estados Unidos esta exportando un promedio de 338 millones de m3 por dia, suficiente para satisfacer la demanda total de gas de Alemania y Francia combinadas. La industria incluso planea duplicar sus exportaciones para finales de la decada.