En los proximos 20 años se espera que el numero de satelites alrededor de la Luna se dispare con mas de 400 misiones planeadas por Estados Unidos China y Rusia para servir a la explotacion de minerales y la construccion de bases. Sin embargo este auge viene acompañado de un problema dificil: el tratamiento de los residuos espaciales.
Si la densa atmosfera de la Tierra ayuda a quemar los objetos que caen la Luna es completamente arida. Por lo tanto los satelites cuando caducen o se dañan no podran autodestruirse sino que se veran obligados a saltar y permanecer permanentemente en la superficie.
El Dr. Fionagh Thomson de la Universidad de Durham (Reino Unido) teme que esta situacion convierta a la Luna en un vertedero gigante sin control.
Los cientificos señalan que el mayor riesgo no son solo los residuos sino las colisiones libres. Con una velocidad de caida de casi 2 km/segundo los restos de satelites pueden destruir obras de investigacion equipos de medicion sensibles e incluso borrar sitios historicos como las huellas del astronauta del Apolo.
Lo mas preocupante es el polvo lunar. El fuerte impacto de la colision arrastrara enormes nubes de polvo. Este tipo de polvo es afilado y altamente corrosivo si vuela flotando se adherira a las pilas solares o ocultara la vista de los telescopios causando grandes daños a las misiones en funcionamiento.
Ante esta situacion los operadores tienen muy pocas opciones. La opcion de empujar el satelite hacia el Sol consume demasiado combustible mientras que la puesta en orbita de espera no es factible debido a que el campo gravitacional de la Luna no es uniforme lo que hace que la orbita voladora sea inestable.
Por lo tanto los expertos dicen que la solucion mas practica es establecer areas de cementerio especificas.
En consecuencia el operador controlara el antiguo satelite para que caiga a las areas designadas previamente o aprovechara las bocas de pozo profundas disponibles para 'apagar' la suciedad y limitar su propagacion. La Agencia Espacial Europea (ESA) y las partes participantes en el Acuerdo Artemis estan discutiendo para unificar este proceso.
Ademas del proposito de tirar basura este plan tambien trae un beneficio cientifico inesperado. El profesor John Zarnecki de la Universidad Abierta (Reino Unido) dijo que el control preciso del volumen la velocidad y el lugar de los impactos convertiran estos derrapes en experimentos de terremotos artificiales lo que ayudara a los geologos a descifrar mejor la estructura interna del nucleo de la Luna.