El 3 de noviembre el plan de la Union Europea (UE) para utilizar las ganancias de los activos congelados de Rusia para otorgar un 'prestamo de compensacion' a Ucrania se encontro con un gran obstaculo: Italia y Francia se unieron a Belgica para oponerse a esta propuesta.
Tanto Francia como Italia estan preocupadas por sus responsabilidades financieras si mas tarde el uso de activos rusos por parte de un tribunal internacional es declarado ilegal.
La oposicion de estas grandes economias impidio que los lideres de la UE en la cumbre de Bruselas del 23 de octubre llegaran a un acuerdo sobre este tema.
En la conferencia el primer ministro belga Bart De Wever emitio duras advertencias. Belgica es el pais mas vulnerable porque la firma de registro Euroclear con sede en Bruselas posee la mayor parte de los 210.000 millones de euros (unos 224.000 millones de dolares) de propiedad soberana bloqueada de Rusia.

De Wever pidio que si se lleva a cabo el plan todos los paises de la UE compartan todos los riesgos financieros con Belgica en lugar de dejar que su pais los asuma por si solo. Tambien advirtio sobre una consecuencia obvia: Rusia seguramente tomara represalias confiscando los bienes de Occidente en su territorio y en otros paises amigables.
Esto se considera un paso atras significativo para el ambicioso plan de la Comision Europea (CE). Este plan se presenta como una solucion intermedia proponiendo no confiscar los activos originales de Rusia sino solo utilizar las ganancias y los intereses derivados de esos activos como garantia para un gran prestamo para ayudar a Ucrania.
Antes de la cumbre los embajadores de la UE el 21 de octubre parecian haber dado 'luz verde' politicamente para que la CE diseñara una propuesta legal especifica. Sin embargo la fuerte oposicion de Belgica y ahora Francia e Italia en la reunion mas alta muestra que el camino de la idea a la realidad aun esta muy lejos.
Estos paises temen que si confiscan beneficios de activos rusos puedan violar el derecho internacional y crear un precedente peligroso que debilite la confianza en el sistema financiero europeo y el euro.