El 10 de diciembre los combates entre Tailandia y Camboya se extendieron hasta el tercer dia en medio de que el presidente estadounidense Donald Trump dijo que llamaria para encontrar una manera de poner fin al conflicto.
Trump jugo un papel intermediario para ayudar a Camboya y Tailandia a llegar a un acuerdo de alto el fuego en julio cuando los enfrentamientos causaron al menos 48 muertos. En ese momento utilizo la influencia de las negociaciones comerciales para impulsar un alto el fuego que era muy fragil.
Hablando en una manifestacion en Pensilvania (EE. UU.) el 9 de diciembre Trump recordo las guerras en las que habia contribuido a detenerse y luego menciono la situacion en el sudeste asiatico. Dijo que llamaria el 10 de diciembre hora de EE. UU. y pregunto quien mas podria poner fin al conflicto entre dos paises que llamo muy poderosos como Tailandia y Camboya.
Mientras tanto el ministro de Relaciones Exteriores tailandes Sihasak Phuangketkeow dijo que no ve condiciones para las negociaciones ni cree en el papel de mediacion de ninguna tercera parte.
Un asesor de alto nivel del primer ministro camboyano Hun Manet dijo que Camboya esta dispuesta a dialogar en cualquier momento.
Las tensiones aumentaron el mes pasado cuando Camboya dijo que Tailandia habia suspendido las medidas de reduccion de la escalada acordadas en octubre. Este desarrollo se produjo despues de que un soldado tailandes resultara gravemente herido por las minas que Bangkok acuso a Phnom Penh de instalar pero Camboya lo nego.
En la zona fronteriza tanto Tailandia como Camboya han evacuado a cientos de miles de personas para evitar el peligro. El ejercito tailandes declaro el objetivo de paralizar la capacidad militar de Camboya durante mucho tiempo.
Camboya acusa a Tailandia de disparar contra la zona residencial pero Bangkok lo niega. Estos acontecimientos hacen que la region siga enfrentando el riesgo de un nuevo brote de conflicto.