El salmon, el calamar, el marisco y el pescado escarlata son peces grasos ricos en acidos grasos omega-3, una grasa poliinsaturada que es beneficiosa para la salud del higado.
Segun un estudio publicado en el Journal of Hepatology, los omega-3 ayudan a reducir los niveles de trigliceridos en el higado, aumentan la sensibilidad a la insulina y inhiben la respuesta inflamatoria, factores clave para detener la progresion de la enfermedad hepatica grasa.
La Organizacion Mundial de la Salud tambien recomienda la adicion de pescado graso a la dieta dos veces por semana como medida preventiva de la enfermedad hepatica cronica.
Por estas razones, las amas de casa deberian incluir pescado graso en las comidas de la familia para que combinen los sabores.
Sin embargo, para conservar los nutrientes y evitar daños al higado, la forma en que se prepara el pescado es fundamental para conservar los nutrientes y evitar daños al higado.
Las practicas saludables de preparacion recomendadas incluyen coccion a fuego lento, coccion a fuego lento, coccion a fuego lento o coccion en olla con poco aceite. El frito de pescado a altas temperaturas puede producir compuestos toxicos como acrilamida y aldehido, que pueden dañar las celulas del higado si se consumen regularmente.
Ademas, las amas de casa evitan preparar el pescado con demasiada sal, salsa o condimento que contenga mucho sodio, ya que el exceso de sodio tambien es un factor que aumenta la carga para el higado. En su lugar, se recomienda usar hierbas naturales como el tomate, el jengibre, el curry, que tienen propiedades antiinflamatorias naturales que ayudan a eliminar las toxinas del higado.