En personas sanas, la cantidad de grasa en el higado generalmente representa aproximadamente 3.5-5%. Sin embargo, cuando sufre de enfermedad del higado graso, la cantidad de grasa acumulada en las celulas hepaticas puede aumentar a 40-50%, incluso el 70%.
El higado graso a menudo progresa en silencio, sin sintomas obvios. Algunos pacientes pueden sentir fatiga leve, comer menos deliciosas o tener una sensacion anormal en el flanco inferior derecho. En algunos casos, los pacientes pueden tener hinchazon, nauseas ...
Para diagnosticar con precision la enfermedad del higado graso, los pacientes deben realizar ultrasonido hepatico o pruebas intensivas.
Cuando el higado es graso, la formacion de fosfolipidos en las celulas hepaticas disminuye, y la cantidad de lipoproteina en plasma tambien disminuye. A la larga, esta condicion afecta negativamente el sistema nervioso y contribuye a promover la aterosclerosis.
La albumina es una proteina esencial que ayuda a mantener la actividad normal de los organos en el cuerpo. Cuando el higado es graso, la funcion metabolica del higado esta desordenada, especialmente la capacidad de sintetizar la albumina debilitada. La deficiencia de albumina puede conducir a la fatiga tanto fisica como mentalmente, anorexia y susceptible a la enfermedad debido al sistema inmune.
Si las celulas hepaticas continuan siendo dañadas y fibrilla, este proceso conducira a cirrosis. En particular, para aquellos que han tenido hepatitis o tienen la costumbre de beber mucho alcohol, el higado graso progresara mas rapido a la etapa de la cirrosis. Algunos estudios muestran que aproximadamente el 70% de los casos de cirrosis pueden progresar al cancer de higado. Por lo tanto, la cirrosis se considera una etapa de transicion peligrosa entre el higado graso y el cancer de higado.
Sin embargo, si el paciente se detecta temprano y se trata adecuadamente segun lo indique el medico, la progresion de la enfermedad se puede controlar, ayudando a prevenir o frenar el proceso de fibrosis hepatica.