Los pescados grasos como el salmon, el atun, la caballa, las sardinas y las anchoas son la fuente de acidos grasos omega-3. Estos peces son ricos en acidos grasos omega-3 de cadena larga, acido eicosapentaenoico (EPA) y acido docosahexaenoico (DHA).
Estos acidos grasos esenciales juegan un papel importante en la reduccion de la inflamacion en el cuerpo. Funcionan reduciendo la produccion de moleculas y compuestos inflamatorios, lo que ayuda a controlar la inflamacion cronica relacionada con enfermedades como la enfermedad cardiaca. El consumo de 2-3 partes por semana puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular y complicaciones cardiovasculares.
Las propiedades antiinflamatorias de los peces grasos actuan como una cerca natural, lo que ayuda a proteger el cuerpo del daño celular. El consumo de mas peces grasos tambien ayuda a los organos en el cuerpo contra amenazas externas e internas, como contaminantes. Los acidos grasos esenciales en los peces tambien juegan un papel importante en el mantenimiento de la salud cardiovascular, el cerebro y la piel.
Debido a que el cuerpo no puede producir omega-3 en si mismo, la adicion de omega-3 a traves de los alimentos es esencial.
Ademas de los beneficios de antiinflamatorio, el pescado graso tambien es una fuente de proteinas, que ayuda a restaurar los musculos, desarrollar y mejorar la funcion inmune. Este pez tambien contiene muchos micronutrientes esenciales para la salud general.
El pescado graso es una fuente de vitaminas y minerales como la vitamina D, un nutriente esencial para la salud osea y el apoyo inmune. Al mismo tiempo, el pescado graso contiene selenio, un antioxidante que protege a las celulas del daño.